viernes, 30 de octubre de 2015

Al organizar un evento...realidades factibles

En la organización de un evento,  una buena planificación es clave, y llevarla a cabo con maestría es la llave del éxito!

Cuando nos sentamos a planificar un evento, debemos de ser conscientes de hasta dónde podemos llegar, muchas veces nuestra ilusión es tan grande que visualizamos nuestro acto sin tener en cuenta lo que cuesta llevarlo a efecto.

No podemos traer, por ejemplo, a un numero uno del fútbol a la inauguración de una tienda de deportes, o a Fernando Alonso a la apertura de una gasolinera, si difícilmente vamos a poder amortizar su caché, por mucha gente que pueda acudir ese día a verlo... 
Habrá que analizar nuestros potenciales clientes, a que personas queremos llegar para que consuma, para que nos elijan entre otros, para que seamos una opción prioritaria,  no al admirador, que quizás no tiene esa capacidad de elección. 

El público objetivo de un  evento tiene que que ser, aquel que ya nos conoce y al que queremos fidelizar, o el cliente potencial al que queremos acercar a nosotros.

Es importante tener los presupuestos bien atados, contemplar todas las partidas cuidadosamente, tener cuidado con lo que destinamos a imprevistos, y sobre todo con que consideramos imprevistos, ya que en ocasiones se desborda...

Las ilusiones son preciosas, pero muchas veces no prácticas.

Es posible atraer, conquistar e implicar pero claro, hace falta mucho más que euros, sobre todo cuando no se tienen,  hace falta poner en marcha creatividad y técnica para coronar con éxito.

Importante! Si eres un asesor externo,  has de ser sincero y no pensar solo en la ganancia personal, por qué esa manera de actuar es "comida para hoy y hambre para mañana". 

Hay que emocionar y emocionarse con realidades factibles!



viernes, 23 de octubre de 2015

En protocolo quien no... fallará

El protocolo requiere de conocimiento, y saber hacer, quien lo haga al buen tun tun, llegará un momento en el que  fallará.

Quien no entienda de amabilidad, diplomacia  y firmeza,  fallará. 

Quien no sepa de empatía y asertividad, y ejercite habilidades sociales, fallará.

Quien piense que está es una profesión con horario establecido fallará.

Quien pretenda acapararlo todo sin contar con profesionales de otras disciplinas fallará.

Quien no potencie a su equipo y lo valore como una extensión de sí mismo,  fallará.

Quien no esté abierto al cambio, a aprender cada día, a reciclarse e innovar, fallará.

Quien no esté dispuesto a "negociar" con compañeros que representen a otras organizaciones, fallará.

Quien no de su lugar a patrocinadores, pieza fundamental en su evento, fallará.

Quien no sepa otorgar a la prensa la importancia como principal transmisor de sus actos, fallará. 

Quien no se ocupe de mimar a su público, y de hacerles sentir especiales, fallará.

Quien, solamente, se centre en el diseño y la escenografía fallará.

Quien no sepa distribuir, posicionar y valorar a sus invitados fallará.

Quien no reconozca que no sabe, y no consulte, obcecándose en sus postulados, fallará.

Quien no entienda de improvisación prevista, y no contemplé otras posibilidades, fallará.

Quien no cuide los detalles pequeños, considerándolos piezas únicas del todo, fallará.

Solamente quien tome en serio al protocolo, y todo lo que representa no fallará. 




martes, 20 de octubre de 2015

Un podio...justificadamente atípico

Podio es una plataforma que se utiliza en diversos deportes para la entrega de los premios y trofeos a los vencedores de una prueba.

El orden de precedencias en un podio,  se rige por orden de alternancia, de derecha a izquierda, si estamos en él, o de izquierda a derecha, desde la visión del espectador.

En teoría cada uno de los premiados debe de estar en su peldaño, solamente, en el hipotético caso de que haya varios ganadores, compartirán escalón, el resto del espacio ha de quedar libre,  para que nada ni nadie reste protagonismo, pero hay casos como el de la foto que marcan su propio protocolo, atípico pero más que justificado.

En la marcha contra el cáncer el pasado domingo en Madrid, si bien hubo tres ganadores reales, hay muchos más que diariamente vencen la carrera. 

Por eso en este podio, y sin tener en cuenta los puestos,  los ganadores son todos los que están y todos a los que representan!



Os recomiendo la interesante lectura de este artículo de Fernando Fernández:

"El protocolo en la Fórmula 1 y el curioso caso del Gran Premio de Mónaco" http://www.zoomnews.es/67190/zoom-plus/protocolo-todos/curioso-ceremonial-formula-1


lunes, 19 de octubre de 2015

En cada momento como corresponde...

Hoy el cielo y el mar también se visten en rosa como corresponde al #DiaContraelCancerdeMama 

Y para mi, ¿qué es el PROTOCOLO?



La primera entrada de este blog, tiene que ir, como no podía ser de otra forma, a  tratar que es, para mí, PROTOCOLO, (lo pongo con mayúscula por que considero que lo merece).
El protocolo es un arte y como tal echa mano de creatividad y técnica, no son solamente reglas de obligado cumplimiento, no es un mero diseño de un evento, es un compendio de actuaciones de muy diversa índole que conducen, bien controladas y dirigidas, a la consecución de objetivos y probablemente al éxito. 

El protocolo no es casposo, no es transgresor, no es cursi... Casposas, transgresoras o cursis son, en todo caso, las personas que lo diseñan y ponen su impronta. 
El protocolo es flexible, no se salta ni se rompe, en muchos casos, salvo en cuestiones que indica la ley, recomienda, no obliga.

Nuestro día a día gira en torno a un protocolo que, cuidadosamente diseñamos, es algo cotidiano, nos vestimos acorde con el lugar al que vamos a acudir, y tomamos las medidas necesarias para que todo lo que hemos decidido realizar salga según lo previsto, no es algo encorsetado cada uno lo dibuja como considera más en consonancia con las circunstancias que le rodean en ese momento.
Así mismo las instituciones diseñan su modo de actuar y organizar contemplando el mayor número de escenarios, buscando transmitir de la mejor manera posible sus mensajes y permaneciendo vigilantes (o eso a mi modo de ver deberían hacer) por si lo que hagan, o digan puede, de alguna forma dañar a quienes representan.

Es verdad que la "rigidez" del protocolo oficial no es lo misma que la del protocolo empresarial, que es por otra parte mucho más reciente, aunque esto va cambiando y actualizándose, el organizar y ejecutar con eficacia y eficiencia es una preocupación de todos los sectores.

Desde la antigüedad se buscaba distinguir, de alguna forma, a las personas que lideraban la organización de las tribus, para que fuera posible identificarlas con una simple mirada, no entiendo por qué , ahora, nos da tanto pudor hacerlo, nadie es más ni menos , simplemente juega un papel distinto a otro en la sociedad.
Ya en la prehistoria, los eventos han tenido una ambientación adaptada al mensaje que querían transmitir, una escenificación que los distinguiera de otros, los rituales de baile no eran igual para atraer a la lluvia, que para agradecer que hubiera caído, y ahora perdemos el tiempo en reivindicaciones absurdas quedándonos en lo anecdótico y olvidando el auténtico significado de los actos... 
os imagináis que lío si no estuviera todo bien coordinado... luchas por, ocupar asientos, lugares en las líneas de saludo, presidencias en los actos, intervenciones, escenarios, puestas en escena, etiqueta y tantas y tantas cosas, (no toco a las banderas porque son punto y aparte, no hay manera de bien organizarlas)... Un caos absoluto. 
Creo que en verdad no somos conscientes de todo lo que implica que el protocolo sea ejecutado con acierto.
No le tengamos miedo, no somos ni más antiguos, ni más recalcitrantes, ni más elitistas por aplicarlo, muy al contrario. Buscamos la manera más amable de relacionarnos unos con otros. Y eso que yo sepa es atemporal e inetiquetable. 

El protocolo es una potente herramienta de comunicación que tiende puentes... Él que aplicándolo a su modo no lo consiga, tendrá que cambiar su manera de entenderlo. 
Esto va de facilitar, construir y transmitir.

Desde este escaparate de variedades protocolares, quiero, una vez más,  mostrar mi admiración y respeto por todos los profesionales que día a día, y en tan diversas índoles, encajan piezas de puzzle. 

Y simplemente recordar que por encima de dimes y diretes, está el protocolo para facilitarnos la vida a todos!